Hispana, adolescente y embarazada



Estudios demuestran que por primera vez en 15 años la tasa de nacimientos por parte de madres adolescentes ha aumentado a nivel nacional. Las hispanas, sin embargo, son las primeras en convertirse en madres a edades muy tempranas.

La vida de Krystal Correa, una estudiante de 18 años de origen puertorriqueño, cambió para siempre durante una visita al New York Methodist Hospital de Brooklyn. “Estás embarazada”, le dijeron, hace aproximadamente nueve meses. El miedo se apoderó de ella, explicó, y su madre, que la acompañó al hospital, no le dijo ni una palabra durante el trayecto de regreso a casa. “No sabía qué hacer”, dijo la adolescente, a la que tan sólo le quedan tres días para dar a luz.
Correa ha pasado a ser parte de recientes estadísticas que indican que las madres hispanas de entre 15 y 19 años tienen bebés a un nivel significativamente superior que el resto de adolescentes de su edad. Según datos difundidos por el Centro Nacional de Estadísticas de Salud, el nivel de nacimientos por parte de madres hispanas de esa edad fue de 83 por cada 1.000 de ellas, en el año 2006. El nivel de nacimientos entre el resto de adolescentes de la misma edad ese año fue de 41,9 por cada 1.000 mujeres. Las cifras más recientes que tiene el gobierno son del 2006.
A nivel nacional, el número de adolescentes que tuvo bebés en el 2006 aumentó por primera vez en 15 años, reportó el estudio, y este año se espera que 40.000 adolescentes en la ciudad de Nueva York se queden embarazadas. Krystal Correa, una estudiante puertorriqueña de 18 años que está embarazada. 
“No es sorprendente que los números sean tan altos”, comentó la doctora Angela Díaz, directora del Centro de Salud para Adolescentes del Hospital Mount Sinaí, en Manhattan. Para Díaz, el embarazo en la adolescencia tiene que ver con una falta de educación sexual adecuada, acceso a seguros de salud y ofrecer a los adolescentes las herramientas o métodos necesarios para prevenir un embarazo. Unos 10.000 adolescentes, la mitad de ellos hispanos, acuden a su centro cada año para recibir cuidado médico gratis. “Los latinos tienen muchas más posibilidades de no estar asegurados. De hecho, un 300% más de posibilidades, y a menudo, los niños latinos tienen menos acceso a servicios por el mismo motivo”, señaló Díaz, de origen dominicano.
La falta de ilusión también está relacionada con los embarazos prematuros. “Cuando uno no tiene esperanza, no se tienen incentivos para prevenir un embarazo”, señaló Díaz, que añadió que unas 300 madres adolescentes participan cada año en los cursos de educación para padres que ofrece el centro. Correa _ después de hablar con su novio Iván, de 20 años, y descartar el aborto o la adopción _ decidió participar en los programas que ofrece una organización sin ánimo de lucro: The Brooklyn Young Mothers Collective.
“Quería estar junto a otras chicas que también estuvieran embarazadas”, señaló la estudiante. “Es muy duro cuando estás con gente que no puede aceptar tu situación”. Benita Miller, directora de la organización, señaló que el aumento de nacimientos tiene que ver con un aumento de la pobreza. “Se trata de las oportunidades que te da la vida. Muchas de estas chicas no creen que su mundo sea tan grande.Aquí intentamos que saquen ventaja a su potencial, incluso si son madres”, indicó.
Liza Fuentes, investigadora del Instituto Nacional de Latinas para la Salud Reproductiva, opina lo mismo. “Está demostrado que si esperan ir a la universidad tienen menos posibilidades de quedarse embarazas”, señaló. Correa no sabe si podrá ir a la universidad pero tiene claro que quiere graduarse de la South Brooklyn Community High School en junio del 2010 y algún día llegar a ser escritora. “Al principio consideraba mi embarazo como un accidente”, dijo. “Ahora lo considero una bendición”.

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