El presupuesto del presidente elimina las restricciones sobre cobertura de seguro para el aborto para las mujeres de Washington



Hoy, el Instituto Nacional de Latinas para la Salud Reproductiva (NLIRH, por sus siglas en inglés) aclama el presupuesto del presidente por eliminar las restricciones sobre la utilización de fondos locales en Washington, D.C. para proporcionar cobertura de seguros para abortos a las mujeres con bajos ingresos, y por moderar las restricciones sobre la cobertura del aborto para algunas voluntarias del Cuerpo de Paz. El NLIRH expresó decepción, no obstante, porque el presupuesto del presidente mantiene la nociva reforma de la ley Hyde, una política de 40 años de edad que frena la cobertura para el aborto para las mujeres inscritas en Medicaid.
Jessica González-Rojas, directora ejecutiva del Instituto Nacional de Latinas para la Salud Reproductiva, publicó la siguiente declaración:
“Nos complace que el presidente haya decidido levantar las restricciones sobre el uso del dinero propio del D.C. para proporcionar cobertura para el aborto para las mujeres con bajos ingresos, y esperamos que el congreso haga lo mismo. Sin embargo, nos decepciona ver que este presupuesto no desafía la nociva política del congreso de frenar la cobertura de seguros para el aborto para las mujeres por todo el país. La cantidad de dinero de que dispone una mujer no debería determinar si tiene acceso a atención médica relacionada con el embarazo, contando el aborto. Debido a la restricción Hyde y otras parecidas, muchas latinas se ven forzadas a elegir entre pagar por los servicios de salud que necesitan o pagar por alimentos, el cuidado de sus niños y la renta. Ahora vamos a prestar atención al congreso y apremiarles para que dejen a un lado la política y garanticen que todas las mujeres tengan acceso a una cobertura de salud que les permita tomar decisiones críticas acerca de sus vidas, sus familias y su futuro sin coerción ni discriminación.”
 
Antecedentes
La política actual, aprobada anualmente a través del proceso del presupuesto y la asignación de fondos, frena la cobertura para los servicios de aborto para las mujeres inscritas en Medicaid (reforma de la ley Hyde), las mujeres que viven en el Distrito de Columbia, los miembros de las fuerzas armadas y sus familias, los voluntarios del Cuerpo de Paz, los empleados federales, y las mujeres en prisiones federales y en centros de detención de inmigración. Además varios estados con concentraciones altas de latinas, como Texas y Florida, mantienen restricciones parecidas a la reforma de la ley Hyde sobre los programas de seguro de salud de sus estados, lo cual crea más barreras para las mujeres que buscan acceso a la atención relacionada con el aborto en estos estados.
Las restricciones sobre la cobertura de seguros para el aborto perjudican a la salud y al bienestar de las latinas por todo el país, a sus familias, y a sus comunidades. Más de una de cada cinco mujeres de edad reproductiva en el Distrito de Columbia están aseguradas a través del programa de Medicaid, y se espera que esto siga en alza con la implementación de la Ley Federal sobre la Atención Médica Costeable (Affordable Care Act). Más del 90 por ciento de las personas del Distrito inscritas en Medicaid que no están el la tercera edad son gente de color, contando a las mujeres negras y latinas. A nivel nacional, casi 14 millones de latinos/as reciben seguro a través de Medicaid, y las latinas representan el 19 por ciento de los nuevos reclutas militares. De hecho, una de cada cuatro latinas cumple con los requisitos para recibir seguro de salud de fuentes del gobierno para satisfacer sus necesidades de atención médica. Las latinas también experimentan tasas más altas de embarazos no deseados que sus contrapartes blancas, lo que subraya la necesidad de una atención relacionada con el embarazo, incluido el aborto, que sea segura, legal y costeable.
 
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El Instituto Nacional de Latinas para la Salud Reproductiva es la única organización nacional que trabaja en nombre de la salud reproductiva y la justicia para 24 millones de latinas, sus familias y sus comunidades en los  Estados Unidos a través de educación pública, movilización de las comunidades y soporte activo de políticas.

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